Las Fuerzas Armadas niegan el uso de armamentos letales en protestas indígenas en Cotopaxi.
Según la Gobernación de Cotopaxi, sólo se utilizaron materiales disuasorios como gases lacrimógenos.
Las Fuerzas Armadas ha rechazado categóricamente las acusaciones de utilizar armamentos letales o perdigones durante las recientes manifestaciones lideradas por indígenas en la zona de Palo Quemado. Según la Gobernación de Cotopaxi, se ha empleado únicamente material disuasivo como gas lacrimógeno para controlar la situación.
A pesar de ello, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE), Leonidas Iza, ha denunciado la presencia abrumadora de más de 500 efectivos militares y policiales en la zona, apoyados por helicópteros y equipo militar.
Jaime Vela, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, ha emitido una fuerte advertencia contra cualquier forma de intimidación hacia la sociedad. Vela ha señalado la existencia de un grupo organizado armado con artefactos peligrosos, responsabilizándolos por herir a miembros de las fuerzas del orden y causar daños a la propiedad privada.
El Ministerio de Ambiente tiene como objetivo llevar a cabo una consulta ambiental para otorgar la licencia de explotación en la zona, un proceso que ha generado rechazo por parte de grupos antimineros. Sin embargo, un juez ha ordenado la suspensión temporal de estas consultas en medio de los enfrentamientos, tras ser previamente declaradas inconstitucionales por la Corte Constitucional.